En la antesala del Consejo Europeo que comienza hoy en Bruselas, la presidenta de los Socialistas y Demócratas, Iratxe García, ha enviado un rotundo mensaje sobre la necesidad de acelerar el ritmo de las reformas:
“Espero que los líderes nacionales comprendan la urgencia de alcanzar un acuerdo sobre las cruciales reformas pendientes. Dada la extraordinaria situación, tenemos que evitar vacilar en procesos importantes como la revisión del presupuesto de la UE y la reforma de las normas fiscales. La Unión Europea no puede afrontar los crecientes retos con menos financiación, y nuestro principio rector debe ser la solidaridad y la previsibilidad.
Los europeos y europeas y los mercados observaron una firme respuesta de unidad y solidaridad tanto cuando estalló la pandemia de Covid-19 como al enfrentarnos a la guerra rusa contra Ucrania. Esta fue la respuesta correcta, pero no puede ser una solución temporal. Necesitamos un presupuesto más sólido y un instrumento permanente que ofrezcan a la UE y a sus Estados miembros suficiente espacio fiscal para proteger tanto a las personas como al medio ambiente, que les permitan invertir en el futuro. Volver a la austeridad no es una opción.
Pero hay vida más allá del presupuesto de la UE y las normas fiscales. También tenemos que alcanzar finalmente un acuerdo sobre migración. Llegado este punto, ha quedado claro que hemos de pasar del ‘modo crisis’ a una estrategia permanente y sostenible para abordar los flujos migratorios conforme a nuestros valores. Esto solo puede conseguirse desarrollando vías alternativas seguras y legales, que evitarían el tráfico ilícito de migrantes y las muertes en el mar. Espero que los Estados miembros respalden la asignación de fondos suficientes a un sistema europeo de cooperación en operaciones de búsqueda y salvamento entre los Estados miembros.
Por último, para avanzar en la respuesta colectiva, es sumamente importante que ofrezcamos resultados y alcancemos compromisos en el marco del Nuevo Pacto: un acuerdo que establezca un equilibrio justo entre la solidaridad y el reparto equitativo de responsabilidades, con aquellas personas que buscan protección y entre los distintos Estados miembros”.