Como Socialistas y Demócratas, estamos plenamente comprometidos con una alternativa a la austeridad que sea ciega y contraproducente.
Ya hemos conseguido nuestros primeros éxitos. Se escuchó nuestra petición sobre un plan de inversión y una mayor flexibilidad en la implementación de las normas fiscales para reavivar la economía europea. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha realizado propuestas concretas: nuestro primer paso para cambiar el rumbo de Europa.
Sin embargo, Europa se enfrenta con muchos otros retos y amenazas. En la actualidad, el peor enemigo de Europa es la falta, o la ineficacia, de soluciones a grandes problemas.
En relación con el terrorismo, le pedimos a la Unión Europea que observe el panorama completo y que tome medidas como una cooperación más estrecha entre los servicios de inteligencia, una mejor integración, el refuerzo de los controles de las fronteras exteriores de Schengen y abordar las causas de la radicalización.
Los asuntos mundiales requieren una respuesta mundial. La Unión Europea debe volverse un gigante político y estar al frente de la defensa de la democracia frente a cualquier clase de extremismo, tanto en Europa como en Siria, Oriente Medio o Nigeria. Queremos que Europa se despierte.
El Grupo S&D defiende todas estas prioridades. Sus prioridades.