El Grupo S&D aboga por el enfoque “Una sola salud”: la salud humana, animal y vegetal están interrelacionadas y ligadas a la salud de los ecosistemas y del medio ambiente. En la práctica, esto implica que, a la hora de hablar de salud, hay que tener muy en cuenta factores como la salud animal, nuestros ecosistemas, el clima, la calidad de nuestro aire y las sustancias químicas emitidas al medio ambiente. Presionamos para integrar la salud en todas las políticas y no solo creemos en abordar las cuestiones sanitarias mediante el acceso a tratamientos más rápidos, asequibles y de calidad, sino también en adoptar un enfoque preventivo con respecto a la asistencia sanitaria y atajar las causas subyacentes de los problemas sanitarios que afrontamos.
Luchamos por reforzar la acción en el ámbito del cáncer. Tenemos que atender a los factores sociales, económicos y medioambientales, como la exposición a sustancias químicas peligrosas, de conformidad con el enfoque “Una sola salud”, y garantizar que toda la acción en materia de salud se ajuste plenamente a las propuestas del Pacto Verde Europeo. Como Socialistas, estamos orgullosos y orgullosas de haber integrado el principio de justicia social, la lucha contra la injusticia y la desigualdad y la perspectiva de género en el núcleo mismo del informe de la Comisión Especial sobre Lucha contra el Cáncer (BECA).
Bajo la dirección del Grupo S&D, el Parlamento Europeo ha adoptado una posición ambiciosa sobre la revisión de la Directiva sobre la calidad del aire ambiente.
El objetivo es reducir drásticamente la contaminación atmosférica de acuerdo con el objetivo de la UE de contaminación cero de aquí a 2050 y los objetivos más generales del Pacto Verde. Trágicamente, la contaminación atmosférica se cobra casi 300.000 vidas prematuramente al año en la Unión Europea, lo que la convierte en la mayor amenaza medioambiental para nuestra salud. La contaminación atmosférica contribuye a un amplio abanico de problemas de salud, como los ataques al corazón, los derrames cerebrales, los problemas respiratorios, la diabetes, la demencia y el cáncer de pulmón.
Nuestro Grupo se esfuerza por hacer realidad el objetivo de contaminación atmosférica cero de aquí a 2050 consagrado en el Pacto Verde, mediante el establecimiento de una hoja de ruta clara sobre la manera de alcanzarlo. Hemos mejorado la propuesta de la Comisión, garantizando que las normas de calidad del aire jurídicamente vinculantes de la Unión Europea se ajusten a las últimas directrices de la Organización Mundial de la Salud de aquí a 2035 a más tardar.
También hemos hecho que las mediciones de la calidad del aire realizadas en las estaciones de control de toda Europa sean más exhaustivas, además de reforzar la información pública con unos índices de calidad del aire normalizados para el conjunto de Europa. Y, lo que es más importante, hemos introducido el derecho a la compensación para las personas afectadas por la contaminación atmosférica, una importante novedad en la legislación de la UE.
Gracias a las incansables negociaciones encabezadas por el Grupo S&D a lo largo del proceso legislativo, los gases fluorados, que pueden ser hasta 25.000 veces más perjudiciales para el clima que el CO2, se eliminarán gradualmente de aquí a 2050. Asimismo, hemos conseguido incorporar límites a las sustancias PFAS en el Reglamento sobre los gases fluorados, con lo que se abordan las crecientes preocupaciones medioambientales y en materia de salud pública.
La Covid-19 reveló de forma dramática la fragilidad y las deficiencias de los 27 sistemas sanitarios nacionales de la UE. Por ello, el Grupo S&D aplaudió los esfuerzos realizados por la Comisión Europea con el programa UEproSalud en un intento por avanzar hacia un aumento de la responsabilidad y la solidaridad europeas en cuestiones sanitarias, lo que incluye garantizar una respuesta médica mejor coordinada, común, igualitaria y adecuada en todos los Estados miembros.
UEproSalud refuerza los mecanismos comunes que pueden reducir las desigualdades en materia de salud y que en cambio promueven un mejor acceso a la asistencia sanitaria y contribuyen a la creación de la Unión Europea de la Salud. Este es un paso importante de cara a asegurar que todas las personas de la UE puedan beneficiarse de una asistencia sanitaria de alta calidad, accesible, segura, igualitaria y asequible. El Grupo S&D cree plenamente en la importancia de promover el acceso a la atención de la salud sexual y reproductiva. Se trata de un derecho humano y no permitiremos que nadie intente arrebatar a la ciudadanía europea esta libertad.
Luchamos por el derecho de todas las personas a tener acceso a una atención de la salud mental moderna e integral. El Grupo S&D ha pedido que se renueven los esfuerzos, la coordinación y la financiación a escala de la UE para abordar de forma concreta la creciente crisis de salud mental, especialmente en el contexto de los trastornos de salud mental durante la pandemia y la postpandemia.
Ya hace tres años que el Parlamento Europeo pidió por primera vez una ley europea sobre el derecho a la desconexión para definir claramente los límites entre el tiempo de trabajo y el tiempo libre en la nueva era digital. Los Socialistas y Demócratas queremos garantizar el derecho a la desconexión a escala europea y evitar que los trabajadores y trabajadoras reciban llamadas y correos electrónicos de trabajo fuera de su horario laboral, o durante los distintos tipos de permisos y vacaciones, sin que tengan que afrontar consecuencias negativas. Consideramos que se trata de un derecho fundamental que debe formar parte integrante de las nuevas modalidades de trabajo en la nueva era digital. El coste humano de que estos límites sean difusos es alto: desde horas extraordinarias no pagadas, períodos de descanso insuficientes y jornadas laborales más largas, hasta estrés asociado al trabajo, agotamiento, desgaste profesional, aislamiento, fatiga y depresión. ¡Tienes todo nuestro respaldo!
El Grupo S&D ha puesto todo su empeño en garantizar que la Unión Europea no solo esté mejor equipada de cara a responder a posibles crisis sanitarias futuras, sino también mejor preparada. Hemos aprobado un informe exhaustivo en el que se piden más recursos para los sistemas sanitarios públicos, así como que se creen planes nacionales y de la UE coordinados para la prevención y la vigilancia de amenazas sanitarias. Asimismo, hemos garantizado una respuesta más socialmente justa para respaldar a los grupos marginados, que fueron los que más sufrieron las consecuencias de la pandemia, además de un sistema internacional equitativo que promueva el interés público y el acceso mundial a contramedidas médicas.
También hemos abogado por mitigar la escasez de medicamentos, lo que ha propiciado que la Comisión ponga en marcha un Mecanismo Voluntario Europeo de Solidaridad para los Medicamentos y adopte una lista de la Unión de medicamentos esenciales.
Nuestro Grupo ha estado presionando a favor de un entorno de trabajo más seguro y equilibrado, con repercusiones positivas tanto para el bienestar físico como mental, mediante una legislación sobre salud y seguridad en el lugar de trabajo. Esto se ha reflejado en la revisión de la Directiva sobre el amianto en el trabajo. También reclamamos el acceso a un diagnóstico precoz, a tratamientos, a la rehabilitación y a indemnizaciones en el caso de aquellos trabajadores y trabajadoras que ya hayan enfermado a causa del amianto; inspecciones obligatorias de los edificios antes de venderlos, alquilarlos o realizar cualquier obra; la inclusión de la exposición indirecta en la legislación, y registros públicos de amianto. Cada año mueren en el mundo alrededor de 250.000 personas como consecuencia de la exposición al amianto. Nuestro objetivo último es una prohibición global. Solo un trabajo sin amianto será un trabajo seguro, y solo un mundo sin amianto será un mundo seguro.