Esta tarde, los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo han alcanzado un acuerdo sobre la primera ley de la UE destinada a combatir la violencia contra las mujeres.
Aunque el acuerdo no es tan ambicioso como el Grupo S&D habría deseado, ha decidido apoyarlo, ya que conlleva avances concretos para las víctimas de violencia de género. Por primera vez, la UE dispondrá de un instrumento jurídico para combatir la ciberviolencia de género, como el ciberacoso y el cyberflashing. La nueva Directiva tipificará la mutilación genital femenina como delito, punible en toda la UE. El matrimonio forzado también se penalizará a escala de la UE. Además, los niños y niñas que hayan presenciado violencia en el hogar se considerarán, en la mayoría de los casos, víctimas de violencia doméstica. La Directiva tiene un enfoque integral, centrándose en la prevención, la protección, el enjuiciamiento y el acceso a la justicia.
No obstante, los Socialistas y Demócratas lamentan que el Consejo haya rechazado nuestra petición de incluir el delito de sexo sin consentimiento como violación. Algunos Estados miembros arguyeron que no había base jurídica para ello, cuando lo que en realidad ha faltado es voluntad política por parte de líderes como el presidente francés Macron y el ministro de Justicia alemán Buschmann.
El Grupo S&D insta a los Estados miembros a adaptar su legislación sobre violación al Convenio de Estambul y seguirá luchando por la tipificación de la violación basada en la falta de consentimiento a escala de la UE. Es por ello que hemos añadido una firme cláusula de revisión en la Directiva que abre la puerta a que la Comisión presente una nueva propuesta legislativa sobre violación tras una nueva evaluación.
Como Socialistas y Demócratas, estamos decididos y decididas a continuar la lucha hasta que las mujeres de toda la UE queden protegidas de toda forma de violencia de género.
Evin Incir, eurodiputada del Grupo S&D y co-ponente principal del Parlamento Europeo sobre violencia de género en la comisión de Libertades Civiles (LIBE), ha declarado:
“El Grupo S&D está al frente de la lucha por una Europa en la que todas las mujeres puedan vivir sin miedo. Tras años pidiéndolo, la Comisión Europea nos ha escuchado y ha propuesto la primera legislación europea de la historia destinada a proteger a las mujeres de la violencia. Hoy hemos dado un paso adelante, y a partir de ahora solo nos queda apuntar más alto, ¡y lo haremos!
“Con la nueva Directiva, tendremos una legislación más estricta en materia de matrimonio forzado, mutilación genital femenina y ciberviolencia contra las mujeres. Sin embargo, es indignante que la alianza formada por dos liberales —el presidente francés Macron y el ministro de Justicia alemán Buschmann— con el primer ministro húngaro iliberal Orbán haya impedido avanzar en una legislación sobre violación basada en el consentimiento. No hemos ganado esta batalla pero, indudablemente, no nos rendiremos.
“No obstante, hemos conseguido incluir en el acuerdo final disposiciones sobre la prevención de la violación basada en la falta de consentimiento, así como una firme cláusula de revisión que ofrece la posibilidad de que la Comisión Europea presente una nueva propuesta legislativa, que confiamos incluya la violación. No descansaremos hasta que todos los países de la UE tengan una legislación sobre violación basada en el consentimiento”.
Pina Picierno, vicepresidenta del Parlamento Europeo y ponente alternativa del Grupo S&D sobre este expediente en la comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género (FEMM), ha añadido:
“Cada seis horas una mujer es asesinada en Europa. Es una tragedia social; una pandemia de violencia masculina contra las mujeres, alimentada por una cultura del patriarcado que nos comprometemos a erradicar.
“En primer lugar, la Directiva de la UE acordada reforzará la protección de las mujeres que viven en los cinco Estados miembros de la UE que hasta ahora se han negado a ratificar el Convenio de Estambul.
“Sin embargo, esperábamos un resultado más ambicioso y una Directiva que pudiera proteger mejor a las mujeres europeas, y peleamos por ello. Es el Consejo quien tiene responsabilidades claras a este respecto. Personalmente, estoy decepcionada e insatisfecha.
“Esta lucha no ha terminado. No descansaremos hasta que todos los Estados miembros se deshagan de unas leyes obsoletas que definen la violación sobre la base de si ha habido violencia física o amenaza o coacción, ya que las leyes guían actitudes y comportamientos en la sociedad. Y queremos dejar una sociedad libre de violaciones y en la que se respeten y valoren la autonomía sexual y la integridad física de todo el mundo”.