Los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo votaron a favor de la Directiva relativa a las medidas destinadas a garantizar un elevado nivel común de ciberseguridad en toda la UE, también conocida como Directiva SRI 2. La nueva normativa, adoptada hoy en el pleno del Parlamento Europeo con el apoyo del Grupo S&D, establece el marco general y el enfoque común de las medidas que los Estados miembros tienen que incorporar en su legislación nacional.
El Parlamento Europeo también aprobó una nueva ley para mejorar la ciberresiliencia del sector financiero en la UE: el Reglamento sobre la resiliencia operativa digital del sector financiero (conocido por sus siglas inglesas DORA). Este acto legislativo llega en un momento muy oportuno, particularmente en el contexto del aumento de las ciberamenazas y la guerra rusa contra Ucrania.
Alfred Sant, eurodiputado y negociador del Grupo S&D sobre el código normativo único para maximizar la ciberseguridad de los servicios financieros en la UE, afirmó:
“Esta nueva normativa sobre la ciberresiliencia en el sector financiero de la UE protegerá la estabilidad financiera en un momento en que los acontecimientos geopolíticos, especialmente la guerra rusa contra Ucrania, plantean importantes riesgos. Por lo tanto, había llegado el momento de que se convirtiera en legislación vigente de la UE.
“Nuestro Grupo se ha asegurado de que la legislación sea equilibrada, con el grado adecuado de flexibilidad y proporcionalidad, y de que se colmen los vacíos legales. Por ejemplo, esto significa que los grandes proveedores de servicios en la nube, que suelen ser de fuera de la UE y desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento del sistema financiero de la Unión, quedarán sujetos a normas rigurosas y armonizadas.
“A medida que surgen ciberamenazas complejas, aparecen nuevos riesgos. A medida que las tecnologías pasan a formar parte del sistema financiero, también surgen nuevas oportunidades. La nueva legislación nos ayudará a lograr nuestros objetivos: reforzar la integridad del sistema financiero de la UE, proteger a los inversores y sus datos financieros, y garantizar una base sólida para las próximas estrategias de finanzas abiertas e inversiones minoristas”.