En la antesala del Consejo Europeo que da comienzo hoy en Bruselas, la presidenta de los Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, Iratxe García, se ha reunido con los y las líderes del Partido Socialista Europeo para tratar la posición del grupo sobre la agenda del Consejo Europeo y las prioridades de la familia progresista de cara a las próximas audiencias de los comisarios y comisarias designados. García ha transmitido un firme mensaje sobre la necesidad de adoptar un enfoque holístico y coordinado en toda la UE ante los retos migratorios, y ha reiterado la oposición de la familia del S&D a la creación de centros de retorno fuera del territorio de la UE para el traslado de solicitantes de asilo.
La líder del Grupo S&D, Iratxe García, ha declarado:
“Nuestra postura en cuanto a la estrategia de migración no ha cambiado. Los y las progresistas siempre nos hemos opuesto a cualquier externalización de la política de asilo o de retorno, ya que esto contraviene el Derecho internacional en el que se sustenta el Derecho de la Unión y según el cual deben protegerse el derecho de asilo y el principio de no devolución. Todo debate en materia de retornos debe basarse en una propuesta legislativa. No podemos hablar de centros de retorno u otras soluciones innovadoras sin contar con un fundamento escrito anclado en el Derecho internacional y que respete los derechos humanos y la dignidad.
“Quiero recordar a los Estados miembros que nuestra prioridad ahora debería ser aplicar la legislación que se aprobó en el Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo adoptado el pasado mes de mayo, algo con lo que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, se comprometió durante la presentación de las orientaciones políticas de la Comisión Europea”.
Con respecto a los conflictos en Oriente Próximo y Ucrania, García ha manifestado:
“Pedimos a los dirigentes de la UE que vayan más allá y no limiten la postura de la UE a la conocida referencia general a la solución de dos Estados. El Consejo Europeo debería establecer una visión integral sobre la actuación de la UE encaminada a facilitar un verdadero proceso de paz que logre resultados tangibles entre israelíes y palestinos con el apoyo de la comunidad internacional.
“Las meras palabras de condena ya no son suficientes. Es hora de desplegar todo nuestro poder para que el Derecho internacional prevalezca. Revisemos el Acuerdo de Asociación con Israel, sancionemos a los funcionarios del Gobierno israelí que niegan la existencia del pueblo palestino y lideremos la imposición de un embargo de armas para que la Unión Europea no sea cómplice de las atrocidades cometidas por Netanyahu.
“En cuanto a Ucrania, la UE debería garantizar el apoyo al país aumentando considerablemente el apoyo militar, permitiendo que Ucrania utilice sus capacidades militares para golpear objetivos militares en territorio ruso, comprometiéndose con una ayuda financiera a largo plazo y utilizando los activos estatales rusos congelados para armar y reconstruir el país. La UE debe apoyar las reformas que harán que la democracia ucraniana sea resiliente y esté preparada para un futuro europeo. Rusia debe pagar por su crimen de agresión y sus crímenes de guerra. Porque atacar al presidente ruso Vladimir Putin desde donde él ataca es la esencia de la legítima defensa. La única alternativa para el pueblo ucraniano es luchar por su supervivencia”.
En materia de competitividad, la presidenta del Grupo S&D ha añadido:
“El debate sobre la competitividad se ha quedado rezagado en las últimas décadas a medida que los esfuerzos por desregular, rebajar los criterios climáticos y sociales y reducir los impuestos sobre las sociedades han contribuido a que aumenten los desequilibrios.
“No podemos permitirnos más retrasos, y es por ello que los Socialistas hemos situado la competitividad entre nuestras máximas prioridades. La competitividad debería apoyarse en un fuerte modelo social que garantice empleos dignos y vivienda pública, consolidando así una Unión más autónoma y que se atreva a reindustrializarse para reducir sus vulnerabilidades. Necesitamos una Unión que grave a las grandes fortunas, proporcione nuevos instrumentos comunes de financiación con los que hacer realidad la transición energética y la transformación digital y garantice nuestra defensa. Y, ante todo, una Unión faro de la razón, la ciencia, la cultura, la educación, los derechos humanos y la convivencia entre sus pueblos”.