Mientras el fundador de Amazon, Jeff Bezos, acaba de proclamarse la persona más rica de la Tierra, sus trabajadores y trabajadoras no pueden ni ir al baño acuciados por la presión de cumplir objetivos de rendimiento inhumanos.
En la audiencia celebrada en el Parlamento Europeo en enero, en la que la silla de Amazon quedó vacía, pudimos hacernos una idea de las horribles condiciones de trabajo gracias a los testimonios de los empleados. Hay una historia que se nos ha quedado especialmente grabada: la de un trabajador que presenció un accidente y posteriormente fue despedido para evitar posibles repercusiones negativas en la empresa. Se cuenta que cada pausa se vigila muy de cerca, que hay cámaras frente a la puerta del baño, que se trata a los trabajadores y trabajadoras como robots, como esclavos, como meras cifras…
En Europa no debe haber cabida para este tipo de explotación. La multinacional debe respetar las normas y los valores europeos si quiere hacer negocios y obtener beneficios en Europa. Tenemos que hacer que Amazon pague salarios dignos y garantice los derechos de los trabajadores y trabajadoras: que trate a sus empleados como personas y no como robots.
Con esta misión en mente, los Socialistas y Demócratas han organizado hoy un Día Europeo de Acción contra Amazon, coordinado por UNI Europa, la Unión de trabajadores europeos del sector servicios. El objetivo es reunirse con trabajadores de Amazon y sindicatos afiliados a UNI Europa de Alemania, Italia, España y los Países Bajos a fin de debatir cómo empoderar a los trabajadores y trabajadoras para que se alcen en contra de la explotación de Amazon.
Este empeño por redoblar la acción es la respuesta del Grupo S&D a la actitud desdeñosa de Amazon. Rechazó participar en audiencias parlamentarias para hablar de los derechos de los trabajadores y canceló una visita oficial de eurodiputados y eurodiputadas para observar las condiciones laborales en sus almacenes, mientras, por otro lado, intenta influir en las decisiones de la UE por la puerta de atrás.
En respuesta a ello, en febrero, los eurodiputados y las eurodiputadas, los sindicatos y la sociedad civil lograron hacer campaña para prohibir la libre entrada de lobistas de Amazon a las instalaciones del Parlamento Europeo. A raíz de esta decisión del Parlamento y del mayor escrutinio público, Amazon ha actualizado su inscripción en el Registro de transparencia de la UE. Ahora, la empresa declara gastar al menos 4,5 millones de euros en actividades de lobby, a diferencia de los 2,75 millones anteriores, lo que hace de una única empresa el séptimo mayor consumidor de este tipo de gasto.
Ahora, el segundo paso es viajar por toda Europa para reunirse directamente con los trabajadores y trabajadoras y los representantes sindicales, escuchar sus historias y coordinar nuevas acciones.
A la luz de los innumerables testimonios, la línea de acción evidente es proteger a los trabajadores de Amazon frente a la vigilancia masiva garantizando una nueva y ambiciosa legislación europea sobre inteligencia artificial en el lugar de trabajo, inspirada en el ejemplo de la legislación recientemente adoptada sobre el trabajo en plataformas. Esto supone aplicar el principio de “control humano” de manera que solo las personas puedan tomar decisiones importantes, prohibiendo que se traten datos de trabajadores a través de la IA, obligando a acordar cualquier despliegue de tecnologías de IA con los representantes de los trabajadores, y aplicando sanciones graves, incluidas sanciones económicas, en caso de incumplimiento.
Asimismo, el próximo Parlamento tiene que intensificar su lucha contra las prácticas que están permitiendo que se explote a los trabajadores, entre ellas, el entorpecimiento y debilitamiento de la labor de los sindicatos, lo que se conoce como “union busting” (represión sindical), y la inobservancia de los convenios colectivos.
La plena aplicación de la legislación sobre salarios mínimos de la UE es clave, ya que su objetivo de lograr una cobertura de la negociación colectiva del 80 % también se aplica a Amazon, y garantiza asimismo que los representantes sindicales puedan acceder a los trabajadores. Además, deben reforzarse los convenios colectivos sectoriales y con múltiples empleadores que abarcan a trabajadores de toda la cadena de suministro de Amazon. El objetivo es que no haya ningún lugar de trabajo de Amazon sin representantes de los trabajadores y ningún trabajador ni trabajadora de Amazon sin un convenio colectivo.
La represión sindical debe tipificarse como delito para que los Estados miembros de la UE puedan imponer duras sanciones, incluidas penas de prisión, por violaciones de los derechos laborales y actividades antisindicales. Los sindicatos deberían tener un acceso ilimitado a las instalaciones de Amazon, para poder representar eficazmente los intereses de los trabajadores y trabajadoras, reparar agravios y negociar unas condiciones de trabajo justas.
Además, el próximo Parlamento debe revisar la legislación europea sobre contratación pública para disuadir la financiación pública del dumping social de Amazon y dar prioridad a las empresas que respetan los derechos laborales y participan en la negociación colectiva. Un estudio de UNI Europa ha revelado que, entre 2019 y 2021, Amazon recibió más de 1.300 millones de euros a través de lucrativos contratos públicos en Europa. La inmensa mayoría de los contratos se encauzan a través de Amazon Web Services (AWS), el brazo de servicios en la nube de la compañía. Y lo que es peor, entre 2020 y 2022, Amazon recibió casi 30 millones de euros por contratos de AWS con distintas Direcciones Generales de la Unión Europea.
A fin de concienciar sobre las prácticas monopolísticas y la explotación laboral de Amazon, UNI Europa ha creado Amazonopoly, su propia versión del popular juego de mesa. Las instrucciones empiezan con un sencillo objetivo: intentar ver si puedes ganar cuando Amazon ya lo posee todo, desde instrumentos de vigilancia hasta productos médicos y de higiene. La multinacional está amasando una fortuna a costa del trabajo de empleados mal pagados y maltratados. “Vosotros habéis pagado todo esto”, espetó Bezos a los trabajadores y compradores de Amazon cuando volvió de su viaje al espacio en julio de 2021. Ya es hora de hacer que Amazon lo devuelva. Ya es hora de hacer que Amazon juegue limpio en Europa.