El presidente de los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo, Gianni Pittella, y los miembros de la delegación del Grupo S&D que participan en las negociaciones del clima de París del COP21 (Conferencia de las Partes) han celebrado el histórico acuerdo* contra el cambio climático porque allana el camino para el fin de la era de los combustibles fósiles.
El presidente Pittella y los eurodiputados Kathleen Van Brempt, Matthias Groote, Gilles Pargneaux y Miriam Dalli también han recibido con agrado el nuevo “espíritu de París”: por primera vez hay un impacto real y un compromiso de todas las partes interesadas y todos los socios de la sociedad civil para realizar un cambio, y este esfuerzo global continuará.
También han elogiado el buen trabajo de los franceses para facilitar este resultado exitoso, en particular, del ministro Laurent Fabius.
Kathleen Van Brempt, vicepresidenta del Grupo S&D responsable de Desarrollo Sostenible, dijo:
“El resultado más positivo de París es que casi todos los Estados, incluyendo los países en desarrollo y las economías emergentes, están comprometidos a llevar a cabo las reducciones que hacen falta de los gases de efecto invernadero (GEI) para abordar el cambio climático; esto es totalmente distinto de los acuerdos previos del clima donde solo los países desarrollados se comprometían con las reducciones de emisiones.
“Así es que, en la actualidad, hemos acordado “normas de seguridad” de nuestra resistencia al clima; un lugar común que crearemos entre todos. Ya tenemos muchos elementos básicos para construirlo; pero lamentablemente todavía nos faltan algunos ladrillos. Los ladrillos adicionales llegarán con el llamado mecanismo de trinquete que revisará y reforzará las Contribuciones Previstas y Determinadas a nivel Nacional (INDC, por sus siglas en inglés) cada cinco años.
“No nos enfoquemos solo en lo que han decidido las Partes oficiales de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Los acuerdos bilaterales que se han logrado al margen de la conferencia y las medidas que han anunciado la industria, la sociedad civil –como desinvertir e invertir–, las instituciones financieras, la comunidad de I+D (investigación y desarrollo) y los gobiernos regionales, etc. convierten esta conferencia en un verdadero trampolín de medidas futuras sobre el clima”.
Matthias Groote, portavoz de Medio Ambiente del Grupo S&D y vicepresidente de la delegación del Parlamento Europeo en París, dijo:
“Cuanto más ambicioso sea el objetivo de reducción, mejor. En la Unión Europea tenemos las herramientas que hacen falta para cumplir este objetivo. Pero lo más importante es facilitar los instrumentos y los fondos para que ese objetivo pueda lograrse. También nos hacen falta medidas en el marco de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Organización Marítima Internacional (OMI) para limitar las emisiones de la aviación y el transporte marítimo internacional que no cubren los INDC. No podemos permitirnos que esos sectores se queden sin control.
“El acuerdo de París envía una clara señal de que la era de los combustibles fósiles está llegando a su fin y que las inversiones se dirigen ahora a las energías renovables y la eficiencia energética. Europa debe usar plenamente su ventaja competitiva en estas áreas”.
Nota para los redactores
* Después de dos semanas de intensas negociaciones, los 196 Estados que son parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático acordaron un nuevo acuerdo mundial sobre el clima que es histórico. El nuevo acuerdo tiene el objetivo de limitar la temperatura mundial por debajo de dos grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales, mientras que reconoce que hace falta continuar con los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados.
Además, el acuerdo incluye un objetivo a largo plazo para lograr la neutralidad de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la segunda mitad del siglo, así como un mecanismo de revisión de cinco años de los compromisos realizados por los Estados. Esta revisión es esencial para permitir el aumento del objetivo en un futuro inmediato con la finalidad de que el planeta se mantenga por el buen camino de cara a conseguir el objetivo de los dos grados, ya que los compromisos actuales llevarían a un aumento de la temperatura mundial de 2,7 a 3 grados.