La igualdad de género constituye la esencia de nuestro trabajo, siendo siempre uno de los principales objetivos y valores fundamentales que luchamos por defender. Porque sabemos que unas sociedades con igualdad de género no solo benefician a las mujeres, sino que son también unas sociedades más felices, más sanas, más seguras, más justas y más prósperas para todos.
La igualdad entre hombres y mujeres es un derecho fundamental reconocido en el Tratado de Roma de 1957 y en la Carta de los Derechos Fundamentales, así como un principio fundamental del pilar europeo de derechos sociales. A pesar de que la UE es líder mundial en igualdad de género, ningún Estado miembro ha logrado todavía la plena igualdad de género y los avances siguen siendo lentos e insuficientes, tanto en la UE como a nivel mundial.
Según el índice de igualdad de género de 2022 publicado por el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE), si los avances siguen al ritmo actual, la igualdad de género en la UE no se hará realidad hasta dentro de 60 años. A nivel mundial, habría que esperar hasta 300 años para alcanzarla, como señaló el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en marzo de 2023.
Por ello, como socialdemócratas, no nos conformamos con menos; al revés, queremos intensificar la lucha. Crear conciencia no es suficiente: instamos a la Comisión Europea y a todos los Estados miembros de la UE a incorporar la cuestión de género en todas las políticas a escala local, nacional y europea, además de aplicar la presupuestación con perspectiva de género a todos los niveles.
¡Hemos adoptado recientemente nuestra propuesta de Carta de los Derechos de la Mujer de la UE!
Lea todos los detalles y conozca qué puede implicar para la igualdad de género una vez que se adopte a escala de la UE.
Para consultar nuestros objetivos con más detalle, lea nuestro Documento de posición sobre la igualdad de género y los derechos de la mujer.
Conozca mejor nuestro trabajo en la comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género.
En Europa, siete mujeres mueren cada día a manos de sus parejas o familiares. Asimismo, una de cada tres mujeres ha sido agredida física y/o sexualmente al menos una vez en su vida. La gran mayoría de las víctimas de trata de seres humanos son también mujeres y niñas, en el caso concreto de la UE con fines de explotación sexual y prostitución (un 57% en 2021 según datos de Eurostat).
La violencia contra las mujeres es uno de los principales obstáculos para alcanzar una verdadera igualdad entre mujeres y hombres. El Grupo S&D sigue luchando por una Directiva sólida que recoja una definición estricta de violación basada en el consentimiento. Pero nuestra lucha no acaba ahí. Pedimos a la Comisión que presente al Consejo una propuesta para que la violencia de género se tipifique como eurodelito, de manera que las mujeres de todos los rincones de la UE queden protegidas frente a todas las formas de violencia de género.
El 60% de todos los titulados/as universitarios/as son mujeres. A pesar de ello, las mujeres de la UE ganan un 13% menos de media que los hombres. Esto significa que, en comparación con sus compañeros varones, las mujeres realmente están trabajando dos meses al año sin retribución. El Día de la Igualdad Salarial simboliza estos dos meses no retribuidos. A más largo plazo, los salarios más bajos dan lugar a unas pensiones más bajas, lo que a su vez puede conllevar un mayor riesgo de pobreza. La brecha de género en las pensiones se sitúa en el 37%.
El Grupo S&D ha peleado por la recientemente adoptada Directiva sobre la transparencia salarial: esta legislación obligará a las empresas de la UE a poner fin a toda disparidad salarial que exista entre sus trabajadores y sus trabajadoras mediante la prohibición del secreto salarial y obligando a los Estados miembros a imponer sanciones a los empleadores que no cumplan las normas. Esta Directiva no solo tiene en cuenta a los hombres y las mujeres, sino también a las personas de género no binario; todo el mundo debe quedar protegido frente a la discriminación salarial, ¡sin importar su género!
Sin embargo, nuestro trabajo no acaba aquí. Como próximo paso, queremos promover unos CV insensibles a las diferencias de situación basadas en el género a fin de disuadir a las empresas y las administraciones públicas de aplicar sesgos de género en sus procesos de contratación. Pedimos a la Comisión que proponga un “CV Europass” anónimo.
La salud y los derechos sexuales y reproductivos son una prioridad fundamental para nosotros/as. Todas las personas merecen el derecho a que se respeten su integridad física, su intimidad y su autonomía personal. No puede obligarse a nadie a una maternidad no deseada, nadie debe morir en el parto ni sufrir intervenciones médicas forzosas o coercitivas durante el parto, ni ser víctima de violaciones «correctivas», y ningún cuerpo debe ser mutilado o explotado.
Actualmente, el aborto todavía es ilegal en dos Estados miembros (Polonia y Malta). Las cifras indican que la penalización del aborto no reduce el número de abortos, sino que lo único que hace es obligar a las mujeres a buscar abortos clandestinos con los que ponen en riesgo su salud y su vida. ¡Esta es una violación de los derechos humanos y una forma de violencia de género! Solo la educación, la información y el acceso a métodos anticonceptivos masculinos y femeninos podrán reducir el número de embarazos no deseados.
Por tanto, instamos a todos los Estados miembros de la UE a garantizar un acceso universal a una educación sobre relaciones y sexualidad adaptada a la edad y basada en datos, así como a toda una variedad de métodos e insumos anticonceptivos modernos, asequibles, accesibles y de alta calidad, asesoramiento sobre planificación familiar e información sobre anticonceptivos. Asimismo, deben garantizar un aborto gratuito, seguro y legal.
El derecho de la mujer a tomar decisiones sobre su propio cuerpo es fundamental y debe incluirse en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. Los Socialistas y Demócratas también queremos que se incluya un apartado firme y coherente sobre salud y derechos sexuales y reproductivos en la próxima estrategia de salud pública de la UE.
El índice de natalidad está en declive en Europa. Esto se debe en parte a que las mujeres y los hombres no siempre disfrutan de un permiso de maternidad, paternidad y parental adecuado.
La actual legislación sobre el permiso de maternidad prevé un máximo de 14 semanas, con distintos sistemas de pago en toda Europa. En abril de 2019, por fin se aprobó la Directiva relativa a la conciliación de la vida familiar y la vida profesional. El Grupo S&D ha luchado durante muchos años por que se adoptara un instrumento vinculante de este tipo. Por tanto, acogimos con satisfacción la introducción de un permiso de paternidad de diez días hábiles, un permiso parental de cuatro meses, y un permiso para cuidadores de cinco días al año para aquellos trabajadores/as que prestan apoyo o cuidados personales a un familiar. La ampliación del derecho a solicitar fórmulas de trabajo flexible a los cuidadores/as y los padres y madres trabajadores también es un logro por el que el Grupo S&D ha luchado ardua y prolongadamente.
Insistiremos en que la Comisión se tome en serio su responsabilidad de supervisar la aplicación de la Directiva para que los padres y madres trabajadores y las personas que cuidan de familiares gocen de mejor protección en Europa. Los niños y niñas son el futuro de la UE. Si bien la adopción de esta Directiva es sin duda un paso adelante, queda mucho por hacer. Es por ello que el Grupo S&D también exige mejoras reales para lograr una atención a la infancia accesible, asequible y de alta calidad y alcanzar así los objetivos de Barcelona, de manera que tanto las mujeres como los hombres puedan conciliar el trabajo y la vida familiar.
La invasión rusa de Ucrania ha provocado un enorme sufrimiento, con infraestructuras civiles destruidas, miles de vidas perdidas y millones de personas desplazadas. Las mujeres y las niñas suelen experimentar la migración o el desplazamiento forzoso de una forma distinta a los hombres y los niños. Durante las guerras y conflictos, las mujeres se enfrentan a formas concretas de violencia, como la violencia sexual, la trata de seres humanos y la explotación. Además, suelen encargarse del cuidado de los niños y los familiares ancianos, lo que puede limitar su acceso al mercado laboral y la socialización. Las mujeres y niñas desplazadas pueden sufrir discriminación interseccional basada en su género, su experiencia como refugiadas, su estatus social, o su edad, raza y orientación sexual.
No obstante, las mujeres no son solo víctimas. En la actualidad, más de 50.000 mujeres sirven en el ejército ucraniano, muchas de las cuales participan en operaciones de combate. Están luchando y muriendo por la libertad, la democracia y los derechos humanos, así como por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, también en el campo de batalla. Son mujeres valientes, poderosas, y demuestran que las mujeres son capaces de todo.
Nuestro Grupo exige medidas para garantizar que los procedimientos de asilo sean sensibles al género y que se satisfagan las necesidades de las mujeres a lo largo de todo el proceso de asilo.
No hay nada más fuerte que el amor. Todo el mundo merece poder a amar a quien quiera y ser su más auténtico “yo”. Encomiamos a la Comisión por haber tomado medidas para criminalizar el discurso de odio y los delitos de odio en la UE, integrando la dimensión de la igualdad de género en su propuesta.
¡La UE es y debe seguir siendo una zona de libertad LGBTIQ+! Instamos a la Comisión a que adopte medidas concretas para garantizar la libre circulación de todas las familias. En cuanto a los Estados miembros, les pedimos que elaboren legislación para el reconocimiento igualitario del matrimonio o de la unión entre personas del mismo sexo, además del reconocimiento de la filiación a escala de la UE, a fin de garantizar el pleno respeto del derecho a la vida privada y la vida familiar sin discriminación. Las zonas libres de personas LGBTIQ+ (zonas anti LGBTIQ+) deben reconocerse como una violación de la libertad de residencia y de circulación en la UE.
El Grupo S&D también exige un convenio internacional, ya sea a nivel de las Naciones Unidas o del Consejo de Europea, para proteger los derechos y libertades de las personas LGBTIQ+, puesto que todavía no existe un instrumento de este tipo.
A fin de garantizar un futuro empático y tolerante, queremos abordar la estereotipación y las normas de género dañinas ya en la escuela, además de reforzar la educación sexual y la prevención de la violencia mediante una programación educativa sensible al género tanto para niños como para niñas.
Los estereotipos generalizados en la sociedad tienen sus raíces en el patriarcado y relegan a las mujeres a un papel secundario en la sociedad, lo que contribuye a la discriminación, las diferencias salariales, y por ende a la dependencia económica y la feminización de la pobreza. En 2021, la tasa de empleo de los hombres era del 78,5 % mientras que la de las mujeres se situaba en el 67,7 %: una brecha superior al 10%. Según la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos), el número de mujeres que aceptan empleos informales y no remunerados va en aumento. Resulta preocupante que las medidas de austeridad hayan golpeado más duramente a las mujeres que a los hombres. Los recortes presupuestarios han tenido su mayor impacto en el sector público, en el que trabajan muchas mujeres.
Alrededor del 80% de los “trabajadores/as pobres” son mujeres. Además, un tercio de las mujeres de más edad de la Unión Europea no reciben ningún tipo de pensión. La feminización de la pobreza va en aumento: las mujeres corren más riesgo de caer en la pobreza que los hombres.
Por ello, acogemos con satisfacción la Directiva sobre salarios mínimos. El empleo mal pagado e inseguro debe sustituirse por un empleo sostenible. Seguimos trabajando hacia la consecución de este objetivo, pidiendo que se ponga fin a las contraproducentes medidas de austeridad y exigiendo una sólida igualdad de género.
Las mujeres siguen representando un porcentaje muy bajo de los/las representantes elegidos/as en los parlamentos nacionales: entre el 14,1% y el 46,4% en toda la UE. Actualmente, solo el 39% de los diputados/as al Parlamento Europeo son mujeres. Nos encantaría que esta cifra aumentara en las próximas elecciones. No obstante, nuestro Grupo casi ha alcanzado el equilibrio de género, con un 42% de eurodiputadas y una mayoría de mujeres en la dirección del Grupo, aunque hay que seguir trabajando para promover la igualdad en la vida política.
Las mujeres son aún más escasas en los consejos de administración. De media, solo un 30,6% de los miembros de los consejos de administración son mujeres, aunque en Noruega han llegado al 45% gracias a la introducción de cuotas legales en 2005.
Pedimos que se favorezca una representación más justa de las mujeres en los procesos de toma de decisiones, tanto en la política como en los consejos de administración, con cuotas, escaños reservados y listas cremallera, pero también mediante la mejora de la cultura política y empresarial, y la aplicación de códigos de conducta y estatutos de los partidos para concienciar sobre la igualdad de género. La infrarrepresentación de las mujeres en la política es un problema serio que supone un obstáculo para la representación democrática justa.
Nos enorgullece anunciar que en 2022 por fin se aprobó la Directiva sobre las mujeres en los consejos de administración, que introducirá un procedimiento transparente y abierto para conseguir que un mínimo del 40% de los miembros de los consejos no ejecutivos de las empresas de la UE sean mujeres.
El acoso sexual es una forma extrema de discriminación por razón de género, que afecta de manera desproporcionada tanto a mujeres como a niñas. El 90% de las víctimas de acoso sexual son mujeres. Hasta un 55% de las mujeres han sufrido acoso sexual en la UE, y el 32% de todas las víctimas de la UE afirmó que el autor era un superior, compañero o cliente. Estas cifras son todavía mayores si se les pregunta a mujeres que trabajan en el sector servicios; concretamente, un 61% han sido acosadas sexualmente, lo que asciende al 75% en el caso de las mujeres que ocupan puestos de alta dirección o puestos de trabajo altamente cualificados.
Las instituciones de la UE deben dar ejemplo en la lucha contra el acoso sexual en el lugar de trabajo. Es por ello que los Socialistas y Demócratas presionan para reforzar las medidas de prevención de todas las formas de acoso, especialmente el acoso sexual en el Parlamento Europeo.
En 2022, el Grupo S&D adoptó y acogió con satisfacción una resolución que pedía una formación obligatoria contra el acoso para todos los eurodiputados/as y miembros del personal.
Desafortunadamente, durante la reciente pandemia de Covid-19, aumentó la violencia doméstica y de género, y la salud y los derechos sexuales y reproductivos se vieron atacados. Las mujeres estuvieron en primera línea de la pandemia, puesto que estaban —y siguen estando— desproporcionadamente representadas en profesiones de alto riesgo de exposición en hospitales, tiendas, escuelas y residencias de ancianos, así como en sectores en los que hay grandes pérdidas de puestos de trabajo. Al mismo tiempo, las mujeres que trabajan en estos sectores no suelen participar en la toma de decisiones, debido a los techos de cristal que existen en nuestras sociedades.
Este efecto desproporcionado en las mujeres exige un enfoque progresista y con perspectiva de género, para la adopción de medidas tanto inmediatas como a largo plazo, a escala nacional y de la UE. Seguimos pidiendo a la Comisión y a los Estados miembros que sitúen la igualdad de género y los derechos de la mujer en el centro de sus planes de recuperación y resiliencia. Si queremos reparar el daño económico y social causado por las crisis, es fundamental que aumentemos la participación de las mujeres en el mercado laboral y reforcemos el vínculo entre las políticas de lucha contra el cambio climático, las políticas digitales y la igualdad de género.
Para obtener más información, consulte nuestro documento de posición Un enfoque progresista con la perspectiva de género de la crisis de COVID-19.
Como familia política, siempre hemos sido —y seguiremos siendo— firmes defensores de los derechos de la mujer y la igualdad de género en Europa. Es fundamental que introduzcamos estos valores esenciales en la agenda del próximo Parlamento y la próxima Comisión. Para ello, nuestra principal propuesta política es la Carta de los Derechos de la Mujer de la UE, que el Grupo S&D adoptó en una reunión celebrada en Cracovia en mayo de 2023. La Carta de los Derechos de la Mujer de la UE forma parte del Documento de posición del Grupo S&D sobre Igualdad de Género y Derechos de las Mujeres: nuestra hoja de ruta para hacer que la UE funcione para todos y todas.
Este miércoles 3 de julio de 2024, el Grupo S&D ha reafirmado su compromiso con la Carta de los Derechos de la Mujer de la UE.
Hemos de utilizar la Carta como piedra angular de nuestra política feminista y presionar a la Comisión para que la adopte. Esta Carta constituye un plan de acción para armonizar y salvaguardar los logros en materia de derechos de la mujer que se han conseguido hasta la fecha en todos los países europeos, de manera que todas las mujeres de la UE puedan beneficiarse de ellos. Abarca ámbitos de actuación clave como la igualdad de género en la educación y el mercado de trabajo, la salud y los derechos sexuales y reproductivos, la igualdad de género en la toma de decisiones y la eliminación de la violencia de género, entre otros. No podemos permitir que haya retrocesos en los derechos de la mujer ni que las mujeres tengan menos derechos en un Estado miembro que en otro.