Construimos una coalición para aprobar esta ley de restauración de nuestros ecosistemas, frente al boicot y la fuerte oposición de los grupos conservadores y parte de los liberales, que enfrentaron erróneamente a los agricultores y agricultoras con el Pacto Verde.
Lideramos las actuaciones del Parlamento Europeo en respuesta a la Estrategia sobre Biodiversidad para 2030 de la Comisión. Apoyamos ambiciosos objetivos para proteger el 30 % de la superficie terrestre y marina de Europa, de la cual un 10 % se encuentra bajo estricta protección (principalmente todos los bosques antiguos y primarios que todavía quedan).
Hemos allanado el camino hacia la ambición de una contaminación atmosférica cero de aquí a 2050, que encaja con nuestros esfuerzos por alcanzar la neutralidad climática. Poniéndonos a la cabeza de la revisión de leyes sobre calidad del aire, hemos garantizado que Europa se ajuste a las últimas directrices de la OMS de aquí a 2035. También hemos añadido derechos para las personas afectadas por la mala calidad del aire, para que puedan reclamar una indemnización. Hemos mejorado la supervisión de la calidad del aire a fin de obtener una información mejor y más exacta. También hemos reforzado las normas que han de seguir los países para que puedan cumplir los niveles de calidad del aire establecidos para los años 2030 y 2035.
Nuestros esfuerzos por mejorar la Directiva de Emisiones Industriales garantizan la continua reducción de los contaminantes que son liberados al agua, al suelo o a la atmósfera. La revisión de la Directiva hace más estrictos los requisitos asociados a las condiciones de los permisos y endurece las normas en caso de infracción, además de reforzar las normas sobre protección del agua, especialmente la potable.
Hemos abordado los desafíos interrelacionados de la deforestación, el cambio climático y la responsabilidad social para ofrecer un futuro más sostenible y equitativo a la ciudadanía de la UE y a la comunidad mundial. Nuestros esfuerzos se vieron formalizados con la legislación de la UE sobre productos que no contribuyen a la deforestación, que entró en vigor en junio de 2023. Inicialmente presentado por la Comisión en noviembre de 2021, este Reglamento forma parte de un plan integral para combatir la deforestación y la degradación forestal, tal como reafirman el Pacto Verde Europeo, la Estrategia de la UE sobre la biodiversidad de aquí a 2030 y la Estrategia “De la Granja a la Mesa”. Gracias al Grupo S&D, las normas adoptadas incluyen ahora una gama más amplia de productos, sometiéndolos a obligaciones más rigurosas que tienen que respetar todos los operadores económicos que importan productos relacionados a la UE.
Hemos desempeñado un papel fundamental en el fomento de la sostenibilidad de los productos al impulsar la revisión del Reglamento sobre diseño ecológico, que establecerá requisitos de sostenibilidad para diversos productos. El Reglamento permite la fijación de una amplia gama de requisitos, como la durabilidad, la reutilizabilidad, la actualizabilidad y la reparabilidad de los productos, la presencia de sustancias preocupantes en los productos, la eficiencia de los productos en cuanto al uso de energía y de recursos, el contenido reciclado de los productos, la reducción de su huella de carbono y su huella ambiental y la divulgación de información. La propuesta también prevé obligaciones para que los operadores económicos divulguen información sobre la destrucción de los productos no vendidos, y la Comisión tendrá entonces la autoridad para establecer prohibiciones a dicha destrucción en el caso de determinados productos. Ya va a imponerse una prohibición directa de la destrucción de los productos textiles no vendidos. Esto se ajusta a nuestro trabajo anterior en la Estrategia de la UE sobre los productos textiles.
Hemos presionado por un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente a través de la Estrategia “De la Granja a la Mesa”. Aprobamos objetivos ambiciosos y hemos conseguido presionar a la Comisión para que apruebe únicamente los planes estratégicos nacionales de la política agrícola común (PAC) si acreditan claramente un compromiso con la sostenibilidad desde una perspectiva económica, medioambiental y social, y si están en consonancia con los objetivos del Pacto Verde Europeo, los objetivos pertinentes a escala de toda la Unión y el Acuerdo de París. Asimismo, el acuerdo sobre la revisión del Reglamento de control de la pesca empujará a todo el sector hacia la sostenibilidad, lo que incluye una mejor gestión de los recursos marinos, la prevención de la sobrepesca y la recuperación de las poblaciones sobreexplotadas.
Apoyamos la creación y la promoción de leyes de la UE audaces que protejan el medio ambiente, como el Pacto Verde Europeo y sus planes. Estas normas aspiran a adoptar un enfoque exhaustivo y duradero para mantener a salvo nuestro medio ambiente.
Queremos una transición justa en la acción climática y medioambiental, sin dejar a ninguna persona ni ninguna región atrás. Nuestro objetivo es reducir los daños causados por la contaminación y la degradación del medio ambiente en las comunidades vulnerables, al tiempo que examinamos cómo afectan socialmente las medidas medioambientales a las personas para asegurarnos de que todo el mundo reciba un trato justo.
Estamos presionando a favor de leyes que protejan al menos el 30 % de la superficie terrestre y marina de la UE, con un 10 % de la misma bajo estricta protección. También respaldamos los 23 objetivos globales del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal.
Estamos peleando por unos bosques más numerosos y más sanos en la UE, centrándonos en su protección y su restauración, al tiempo que también trabajamos para conseguir una mayor eliminación de dióxido de carbono en el sector del uso de la tierra y la silvicultura (UTCUTS). Estamos comprometidos y comprometidas con la reducción del impacto de la UE en la deforestación mundial y la degradación forestal, así como con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. A fin de alcanzar estos objetivos, presionamos para que se aprueben leyes de la UE que aborden la deforestación, la degradación forestal y la pérdida de biodiversidad.
Abogamos por reducir los plaguicidas químicos, centrándonos en los tipos más peligrosos. Nuestro objetivo es acelerar la transición a modelos de agricultura diferentes que protejan nuestros recursos de agua, suelo y aire, detengan la pérdida de biodiversidad y combatan la resistencia de las plagas.
Abogamos por la seguridad y la reducción de los productos químicos y estamos trabajando para minimizar o eliminar la exposición a productos químicos nocivos, como los productos químicos industriales (sustancias PFAS, bisfenoles, etc.), los plaguicidas agrícolas y las sustancias químicas presentes en los productos cotidianos. Somos conscientes de que la combinación de distintas sustancias químicas puede ser perjudicial, con consecuencias que no se conocen por completo, por lo que nos comprometemos a abordar el impacto de estas mezclas potencialmente nocivas.
Estamos trabajando para adaptar los niveles de contaminantes atmosféricos nocivos a las últimas recomendaciones sanitarias de la Organización Mundial de la Salud a fin de proteger el bienestar de todas las personas, especialmente de aquellas pertenecientes a grupos socioeconómicos más desfavorecidos. Para ello, estamos trabajando en establecer normas más estrictas para reducir la contaminación procedente del transporte, la industria y la agricultura, abordando así las principales causas de la contaminación atmosférica en Europa.
Estamos comprometidos y comprometidas con la reducción de las emisiones industriales y la mejora de la eficiencia energética y la eficiencia en el uso de los recursos de la industria mediante el impulso de mejoras en las leyes sobre emisiones industriales. Nuestro objetivo es endurecer la normativa sobre las emisiones nocivas de las instalaciones industriales, impulsar mejoras en la eficiencia energética, hídrica y de los materiales, promover prácticas de reutilización y luchar por la adopción de sustancias químicas más seguras, menos tóxicas o no tóxicas en los procesos industriales.
Abogamos por leyes que reduzcan la contaminación industrial, pongan freno a las prácticas agrícolas no sostenibles y regulen el uso excesivo de fertilizantes y plaguicidas. Así nos aseguraremos de utilizar el suelo de forma sostenible, reducir la contaminación del suelo europeo y restaurar los sumideros naturales que absorben carbono.
Nos comprometemos a guiar la transición hacia una economía circular, haciendo que los productos comercializados en el mercado de la UE sean más sostenibles, al tiempo que reducimos la dependencia de los envases de plástico y abordamos el problema generalizado de los microplásticos.
Luchamos por garantizar la rehabilitación y la gestión sostenible del suelo de la UE de aquí a 2050, al tiempo que cumplimos nuestras promesas de degradación neutra del suelo (tal como se establece en la meta 3 del Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU n.º 15).
Queremos que se adopten más técnicas pesqueras que den prioridad a la salud de nuestro medio ambiente y de los ecosistemas marinos. Al mismo tiempo, es fundamental promover la Estrategia “De la Granja a la Mesa” a fin de acelerar la transición hacia un sistema alimentario sostenible, de manera que todo el mundo pueda tener acceso a alimentos sostenibles, seguros, nutritivos y asequibles.