Durante la pandemia de Covid, los y las Socialistas y Demócratas lideramos el apoyo del Parlamento a una contundente respuesta a la crisis con NextGenerationEU. El principal instrumento, el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, es la iniciativa más ambiciosa que ha emprendido la UE para hacer frente a una crisis y se basa en una solidaridad sin precedentes. Financiado por la deuda común europea, este mecanismo concede subvenciones y préstamos a los Estados miembros en proporción a las necesidades de cada país. Ha logrado ayudar a los Estados miembros a lidiar con la crisis y ha sentado las bases de reformas e inversiones en las principales prioridades europeas como el clima y el ámbito digital.
El Grupo S&D pidió un régimen europeo de reaseguro de desempleo, lo que llevó a la Comisión Europea a proponer el programa SURE destinado a financiar regímenes nacionales de desempleo temporales mediante préstamos.
También hemos hecho una fuerte campaña a favor de una revisión del marco de gobernanza económica. Las propuestas de la Comisión reflejan una clara preocupación por flexibilizar las normas fiscales de la UE y permitir a los Estados miembros combinar los ajustes fiscales con niveles de inversión pública permanentemente superiores, especialmente cuando esto sea necesario para lograr una transición satisfactoria y justa.
El Informe sobre el Semestre Europeo para la coordinación de las políticas económicas 2023 —respaldado por una inmensa mayoría en el Parlamento Europeo— indica claramente que la lucha contra la inflación no solo requiere medidas de política monetaria, sino también una política económica activista, que incluya medidas fiscales. Por lo tanto, por iniciativa del Grupo S&D, dicho informe abogó por una política económica progresista cuyo objetivo sea lograr la estabilidad económica y la protección de las personas más vulnerables.
La larga lucha de los Socialistas y Demócratas por desviar el planteamiento general con respecto a la coordinación de las políticas económicas en el Semestre Europeo hacia un modelo económico sostenible e inclusivo por fin dio sus frutos en 2020, cuando la Comisión declaró que el Pacto Verde Europeo era su nueva estrategia de crecimiento, apartándose así del dogma de que el crecimiento económico es un fin en sí mismo.
Los y las Socialistas y Demócratas llevan mucho tiempo a la vanguardia de la reforma del marco europeo de gobernanza económica para que este se ponga al servicio de las personas y el planeta. Siempre hemos luchado contra las políticas de austeridad impuestas por los conservadores desde la crisis financiera de 2008 y hemos pedido una estructura económica justa e inclusiva y medidas coordinadas a escala de la UE que respalden la transición justa y el bienestar de todo el mundo.
Los criterios para evaluar los resultados de los Estados miembros no pueden centrarse exclusivamente en parámetros macroeconómicos, sino que también deben considerar los retos sociales, ambientales, geográficos y demográficos, y las posiciones económicas de partida de los Estados miembros. Por lo tanto, el Grupo S&D pide que el procedimiento anual de coordinación presupuestaria —el “Semestre Europeo”— se transforme en una herramienta que impulse las inversiones social y ambientalmente sostenibles y el crecimiento inclusivo.
Los principios del pilar europeo de derechos sociales y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) deben ser la brújula que guíe las reformas y las inversiones en el futuro marco. Los derechos sociales y los objetivos medioambientales deberían tener la misma importancia que los objetivos macroeconómicos, con el fin de mejorar el bienestar de la ciudadanía de la UE.
Necesitamos reforzar la dimensión social del Semestre Europeo para asegurar que los programas de ajuste fiscal no tengan consecuencias sociales negativas y permitan la inversión social necesaria para obtener unos sistemas sólidos de bienestar social. Deben adoptarse objetivos sociales obligatorios para garantizar la aplicación de los principios del pilar europeo de derechos sociales.
El Grupo S&D pide una capacidad fiscal permanente de la UE para que los Estados miembros puedan invertir en nuestro futuro y proteger a la ciudadanía durante las crisis. Esto debería aportar estabilización macroeconómica a nivel de la UE, mejorar la preparación ante las crisis y establecer una ambiciosa agenda de inversión pública para apoyar a los Estados miembros y afrontar los retos actuales y futuros. Tenemos que garantizar que los Estados miembros puedan ofrecer las importantes inversiones que nuestras sociedades y economías necesitan para ser más resilientes, para el período posterior a 2026 una vez finalice el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (un fondo europeo creado para proporcionar a los Estados miembros el estímulo necesario a la inversión tras la Covid-19). Debe garantizarse la inversión en ámbitos clave, sin recortar en recursos presupuestarios en otras áreas importantes.
Unas políticas fiscales responsables no solo deben centrarse en el gasto público sino también en los ingresos públicos, esenciales para la sostenibilidad de las finanzas públicas de los Estados miembros. Por lo tanto, es necesario contar con una mejor coordinación europea en cuanto al nivel de los impuestos y tributos en los Estados miembros y la lucha contra la evasión fiscal, el fraude fiscal y el blanqueo de capitales.
Los poderes legislativos del Parlamento Europeo tienen que ampliarse al control de las decisiones de la Comisión y a todos los ámbitos del Semestre Europeo. La voz del Parlamento resulta especialmente crucial en la toma de decisiones sobre las prioridades de política económica de la UE y sobre las recomendaciones específicas por país (las recomendaciones individuales para cada Estado miembro en el contexto del Semestre Europeo).